miércoles, 28 de mayo de 2014

Molido en tiempo


Molido en tiempo

"Aparece esa mancha seca y sospechosa, 
se que está ahí, inquieta y atemporal, 
esperando a invadirme, 
con sus astros al Sol entregada. 
Despliega el dolor dulce del perfume 
por la garganta apenada al aire. 
Me agita el seso con un soplo, 
brillante eco radial. 
Rodea el día con mis ojos, 
abraza el momento, destruyéndolo. 

Te he tenido navegante, 
en un puente, 
en una luz 
y aún no me he despedido... 

Porque una vez te maté 
para poder apartarte del tiempo 
e inventé la infinita distancia 
para arrancarme el dolor de los mortales. 
No oía tu arena, ni las flores, no había ruido, 
era el primer silencio, el que no buscabas. 
Yo también fui ejecutado y no me despedí. 

Una piel blanca, muy blanca, 
cintas negras 
en el cuello, en las muñecas, en los tobillos. 
Brazos y piernas encantados 
bajo una camisa blanca 
y el rojo de los besos pintado alrededor. 
Delicadas las manos, 
dedos en proporción 
que recorren la música, 
la han tocado, la sienten, 
viven en su mutua existencia. 
Unos ojos verdes, siempre verdes, 
una sonrisa y labios que ayudan a morir. 
Nariz en curva mejorando con los años... 
Recordando, como si no fueras de aquí. 

Y me canso del final; 
sin dignidad paso la noche, 
sin respuesta, 
sin despedirme, 
sin el olvido."

Álvaro Luis Martinez

viernes, 23 de mayo de 2014

El farero derrotado

El farero derrotado

"Días, noches y kilómetros 
hablando 
con el mejor conocedor de mi escucha, 
el mejor planeador de incógnitas sin solución. 
Era tan diferente de los otros oyentes; 
acentuaba el acierto glorioso, 
rectificaba el error y callaba, 
velaba por la luz rotativa y encerrada, 
se alejaba para no quemarse. 

Era amargo el tiempo entonces, 
distante del humano 
desmayado por el mundo de las reglas, 
cercano a perderse. 
Había una escena que se repetía, 
la forzaba para escucharla y así 
dormir, cuando nunca antes había dormido, 
y llorar, cuando ya había llorado de manera incansable, 
y equivocarse, como siempre. 
Como siempre, la sombra y yo meciendo el lecho vacío, inventando. 

Y duele verme antiguo, triste y calcinado 
porque no somos diferentes cuando llega la noche."

Álvaro Luis Martínez

viernes, 16 de mayo de 2014

Noches maravillosas, muertas

Noches maravillosas, muertas

"Lee atrás, mira todo instantes antes de que explotase, 
durmiendo, 
con el sueño entreabierto, 
con las caricias de la muerte 
tan lejanas como el beso de los amantes 
desde el cielo soñando 
con la lucha, 
con el amanecer más tranquilo y más tardío 
con los escalofríos de la noche. 
Yo no diré cómo nacisteis, placeres. 

Y si concreto una muerte concreta 
para ganarme y despedirme, 
y si rompo una memoria rota 
para mi jaula rabiosa por las noches 
quedaría aun el buen sabor del día, el que no llega, 
la música de los sangrientos bailes. 

Sin entradas ni salidas, he vivido ahí siempre, 
encarnando espectros y sombras incontrolables 
de perfección casi imposible 
que se escapan y me alzan en la histeria. 
Admiro los sentidos, los de siempre, 
torpes, oscuros, 
los que vienen conmigo, 
un mal reflejo de la paz celeste 
incesante cárcel honda, negra, 
no más negra que la mañana. 
Me prometieron que sería mas fácil 
llegar al ocaso 
sin las reinas olvidadas de su belleza, 
flores deshojadas. 

Almas, alas, 
huellas en la carne inventando el hueso, 
siempre ellas 
destrozando geométricamente sin norma, 
los mil pedazos de los humos entregados a las mariposas negras, 
revoloteando."

Álvaro Luis Martínez