lunes, 30 de junio de 2014

Incursiones boreales y nostálgicas


Incursiones boreales y nostálgicas

Es la noche pasajera 
la que me conduce 
al lugar donde nace, sempiterna, 
la verdad de mi vida
ante el dios dulce 
de los cuchillos intelectuales. 

Un despertar temprano para los ojos cerrados, 
delicias y poderes de voces femeninas que cantan, 
me embelesan con su canto hermoso. 
Aquel sonido se ha convertido en extraño, 
y ya solo son figuras inmóviles en el pensamiento. 

Me llevan lejos, al fondo de un fuego, 
lejos de las profecías de los cuerpos, 
lejos de los suspiros y las cimas, 
lejos de los violines y los deseos, 
lejos de sus vidas que ya no son las mías. 

Me robaron el orden, 
los viajes en tren, 
era la ilusión habitar 
un mundo compartido 
entre el sol sangrante y la luna matinal, 
entre el amor de un cuerpo y la nostalgia marginal del mar. 

Los relojes eran clave en cualquier encuentro 
para la puntualidad de los años que pasaron 
ante los corazones abandonados. 
¿De qué sirvió ese arrojo 
para las carnes tensas, claras y limpias? 
¿Cuánto reservaste para los otros ojos? 
¿Cuánto para mi destrucción brotada en mil caminos? 

Necios y amargos los elementos 
sensibles de mi vulnerable virtud, 
para el único que busca consuelo 
de este naufragio de las cargas del cariño, 
y que quiere volver a latir bajo alas de lenguas ardientes. 

Estalla el amanecer apresurado, 
pronto se erguirá triunfante el día 
y yo dormiré tranquilo 
mientras la luz siga venciendo 
a la oscuridad que no apaga la melodía 
del despertar del alba vacío. 

Álvaro Luis Martínez

jueves, 5 de junio de 2014

[1]

[1]

"Y sí, estamos perdidos, 
no hay nadie que levante esto ya, 
y aun siendo nativos de esta situación, 
nadie se acostumbra 
a haber nacido, 
a ser así, 
dentro. 

Y cantamos para perdernos 
y no encontrarnos 
aunque haya acabado, 
y nos mentimos para seguir cantando, 
para nunca encontrarnos distantes, 
llévanos. 

Y sí, es el mundo eternamente solitario, 
con el tiempo parado; 
y la mañana, 
el infinito silencio alargado 
hacia el eco de un beso; 
y la noche, 
el eterno maquillar de la destrucción. 

Y lo que pienso yo 
y lo que piensa el mundo 
y lo que importa, 
es un sueño, 
en suspensión."

Álvaro Luis Martínez

miércoles, 28 de mayo de 2014

Molido en tiempo


Molido en tiempo

"Aparece esa mancha seca y sospechosa, 
se que está ahí, inquieta y atemporal, 
esperando a invadirme, 
con sus astros al Sol entregada. 
Despliega el dolor dulce del perfume 
por la garganta apenada al aire. 
Me agita el seso con un soplo, 
brillante eco radial. 
Rodea el día con mis ojos, 
abraza el momento, destruyéndolo. 

Te he tenido navegante, 
en un puente, 
en una luz 
y aún no me he despedido... 

Porque una vez te maté 
para poder apartarte del tiempo 
e inventé la infinita distancia 
para arrancarme el dolor de los mortales. 
No oía tu arena, ni las flores, no había ruido, 
era el primer silencio, el que no buscabas. 
Yo también fui ejecutado y no me despedí. 

Una piel blanca, muy blanca, 
cintas negras 
en el cuello, en las muñecas, en los tobillos. 
Brazos y piernas encantados 
bajo una camisa blanca 
y el rojo de los besos pintado alrededor. 
Delicadas las manos, 
dedos en proporción 
que recorren la música, 
la han tocado, la sienten, 
viven en su mutua existencia. 
Unos ojos verdes, siempre verdes, 
una sonrisa y labios que ayudan a morir. 
Nariz en curva mejorando con los años... 
Recordando, como si no fueras de aquí. 

Y me canso del final; 
sin dignidad paso la noche, 
sin respuesta, 
sin despedirme, 
sin el olvido."

Álvaro Luis Martinez

viernes, 23 de mayo de 2014

El farero derrotado

El farero derrotado

"Días, noches y kilómetros 
hablando 
con el mejor conocedor de mi escucha, 
el mejor planeador de incógnitas sin solución. 
Era tan diferente de los otros oyentes; 
acentuaba el acierto glorioso, 
rectificaba el error y callaba, 
velaba por la luz rotativa y encerrada, 
se alejaba para no quemarse. 

Era amargo el tiempo entonces, 
distante del humano 
desmayado por el mundo de las reglas, 
cercano a perderse. 
Había una escena que se repetía, 
la forzaba para escucharla y así 
dormir, cuando nunca antes había dormido, 
y llorar, cuando ya había llorado de manera incansable, 
y equivocarse, como siempre. 
Como siempre, la sombra y yo meciendo el lecho vacío, inventando. 

Y duele verme antiguo, triste y calcinado 
porque no somos diferentes cuando llega la noche."

Álvaro Luis Martínez

viernes, 16 de mayo de 2014

Noches maravillosas, muertas

Noches maravillosas, muertas

"Lee atrás, mira todo instantes antes de que explotase, 
durmiendo, 
con el sueño entreabierto, 
con las caricias de la muerte 
tan lejanas como el beso de los amantes 
desde el cielo soñando 
con la lucha, 
con el amanecer más tranquilo y más tardío 
con los escalofríos de la noche. 
Yo no diré cómo nacisteis, placeres. 

Y si concreto una muerte concreta 
para ganarme y despedirme, 
y si rompo una memoria rota 
para mi jaula rabiosa por las noches 
quedaría aun el buen sabor del día, el que no llega, 
la música de los sangrientos bailes. 

Sin entradas ni salidas, he vivido ahí siempre, 
encarnando espectros y sombras incontrolables 
de perfección casi imposible 
que se escapan y me alzan en la histeria. 
Admiro los sentidos, los de siempre, 
torpes, oscuros, 
los que vienen conmigo, 
un mal reflejo de la paz celeste 
incesante cárcel honda, negra, 
no más negra que la mañana. 
Me prometieron que sería mas fácil 
llegar al ocaso 
sin las reinas olvidadas de su belleza, 
flores deshojadas. 

Almas, alas, 
huellas en la carne inventando el hueso, 
siempre ellas 
destrozando geométricamente sin norma, 
los mil pedazos de los humos entregados a las mariposas negras, 
revoloteando."

Álvaro Luis Martínez

miércoles, 23 de abril de 2014

Ningún día cualquiera

Ningún día cualquiera

"¿Notas cómo se relaja el tiempo y se alarga? 
La paz en una rosa, 
la fuerza de los colores, 
un respiro para el alma aunque dure poco. 

¿Sientes como el infinito te acaricia? 
El mar tranquilo con sus peces 
en el sol brillante e ingrávido, 
música de aves y viento. 

El vacío no se multiplica, 
no existen trabas hirientes, 
solo cabe extender la magia, 
con las nubes tiernas en calma. 

Lee los remotos ojos, 
guarda todo lo que pensaste 
y aprende del silencio, 
el dulce lamentar de las voces asesinas." 

Álvaro Luis Martinez

jueves, 10 de abril de 2014

Descaro

Descaro

"El pobre humano desplazado,  
humillado en la isla, 
con la duda, engañado, 
arrastrado por besos,
con el desprecio único,
y no cesará… 
La soga en sus manos, 
ahogado,
transido de dolor. 
Liquídalo."

Álvaro Luis Martínez